Preludio en Mi menor comenzó como un proyecto para salvar a una amiga de un terrible extra en la materia de historia y terminó siendo un cortometraje que hablaba acerca de hacia a donde vamos, qué es lo que somos, de donde venimos, sobre el reencontrarnos y al mismo tiempo perdernos en todo y en la nada. Uno solo puede liberarse y reencontrarse después de nadar entre este inmenso preludio.
Entre hojas de libreta, palabras, ideas y horribles faltas de ortografía, surgió el guión del cortometraje. Uno de los elementos clave en este cortometraje está en la pieza de Frédéric Chopin y el blanco y negro, pues ambos generan un ambiente de pensamiento, toques de melancolía y búsqueda, además de los movimientos que este personaje anónimo emplea, manipulados por Saraswatii que no se quedó sin dirigir algunas escenas.